Hace unas semanas, he leído una noticia sobre google books y me gustaría aportar mis comentarios sobre la misma, puesto que el impacto que tiene y va a tener la digitalización de libros, va a ser muy relevante. Como siempre google monopolizando el tema. La pregunta que se plantea es:
¿Qué negocio ve Google en digitalizar libros?
Está claro que cada vez se van yendo al traste más negocios debido Internet, cada vez más personas y cada vez más jóvenes viven por y para Internet; viajan por Internet, estudian por Internet, ven películas por Internet, oyen música, hacen la compra, trabajan por Internet, en fin, hoy día todo se mueve por Internet. Esto ha llevado consigo la caída de las ventas de discos, de películas, de video clubs, en fin, la era Internet arrasa con todo y no podía ser menos el tema de los libros. La digitalización de libros facilita el que los usuarios puedan ojear o leer libros a los que nunca hubieran podido acceder, por encontrarse en una biblioteca al otro lado del mundo, o pertenecer a una Universidad de otro país. Hay Universidades tan prestigiosas como Harvard que colaboran con Google en el proyecto.
El titular del artículo, no ve libros, ve datos, es la clara realidad, al fin y al cabo es una empresa con ánimo de lucro, que ve en esto un negocio, aunque trate de venderlo como un proyecto filantrópico, porque según Luís Collado, encargado del proyecto google books en España, a través de este proyecto, “ponen a disposición de cualquier persona con acceso a Internet, textos que son de dominio público, y que no tienen derechos de autor.”
El negocio que pretende Google, es enriquecer de manera importantísima su buscador con estos contenidos, empleando además con la compra de recaptcha, un sistema de verificación de identidad, basándose en un sistema de imágenes con texto (mediante OCR) que el usuario tiene que escribir correctamente. Este sistema será muy eficiente contra el SPAM y además ofrecerá un sistema de corrección para el servicio google books, con palabras que no estén claras para OCR. Con la introducción del texto correcto se va afianzando de forma automática la palabra en cuestión, algo que posteriormente pasaría a formar parte del archivo final en google books.
De esta manera obtendrán un mayor número de usuarios, lo que atraerá a empresas anunciantes, que se pelearán por hacer publicidad en sus páginas. Según afirma este gigante portal de búsqueda en Internet, a los interesados en los libros, se les lleva a través de un click a la página web de la editorial o bien a la tienda virtual para proceder a la compra, dejando claro, que de esta venta ellos no percibirán nada.
La idea que también venden es que este proyecto beneficia a autores, editoriales, librerías y ese es el principal debate abierto en torno a este tema.
La búsqueda de libros de desarrolla en dos ámbitos diferenciados:
Programa de afiliación: Los socios, generalmente editoriales, les proporcionan los libros para digitalizarlos y colgarlos en la red.
Proyectos para bibliotecas. Ciertas bibliotecas les facilitarán sus libros para pasarlos a soporte digital.
El problema recae sobre el copyright de algunos de los libros que van a digitalizar, o que ya han digitalizado. Actualmente defienden la posición de que de los libros con derechos de autor, sólo se exponen unas páginas así como la biblioteca o el punto de venta donde se puede adquirir pero, ¿piden permiso para reproducir parcialmente estos libros con derechos de autor?. Una de las últimas noticias al respecto, es que este portal de búsqueda, admitió haber digitalizado más de 20.000 libros que se encontraban bajo la protección de los derechos de autor de China. ¿Es esto legal? Numerosas críticas y denuncias está sufriendo Google por este tema, de tan importante repercusión.
En octubre de 2008, después de dos querellas por la digitalización de fragmentos de libros protegidos con derechos de autor, Google pactó con autores y editores de EE UU adelantar en concepto de indemnización una cantidad importante de dinero, destinados a los titulares de los derechos de las obras escaneadas.
El acuerdo estipula asimismo la creación de un Registro de derechos sobre libros, un organismo sin ánimo de lucro, independiente en teoría (a cuya creación Google contribuye con millones de dólares), encargado de recolectar y distribuir entre los autores y editores el dinero generado por la explotación de las obras escaneadas, sea dicha explotación realizada a través de google books, o de cualquier otra compañía que quiera ofrecer obras online.
Ha sido tal el impacto de este acuerdo, que el Departamento de Justicia de Washington se ha puesto en marcha para investigar el posible carácter monopolístico del mismo. Los abogados de este Departamento se encuentran ahora investigando varias cuestiones antimonopolio, teniendo en cuenta las objeciones presentadas por varios grupos, que aseguran que el pacto concede a Google derechos sobre la explotación de obras huérfanas (libros protegidos por derechos de autor, cuyos titulares no han sido identificados) de los que no gozan otras empresas que se dedican o podrían dedicar a la misma labor que el buscador: digitalizar y publicar online millones de libros.
En base a este acuerdo, Google ha obtenido la autorización para vender suscripciones a la base de datos de suscripciones institucionales, hacer ventas individuales de libros, introducir publicidad en las páginas de búsqueda de libros de Google y hacer otros usos comerciales de las obras digitalizadas. También ha obtenido autorización para exhibir, una vez vencido el plazo de autoexclusión, fragmentos y “vistas previas” de las obras autorizadas de los autores participantes, así como otros tipos de información bibliográfica no protegida, tales como resúmenes y reseñas. Gozará también del derecho no exclusivo de hacer copias digitales de obras descatalogadas de cualquier procedencia. Se contemplan varias estrategias empresariales para rentabilizar las copias digitales, en particular por medio de la base de datos de suscripciones institucionales, la venta directa a través de la página de resultados de búsqueda, o la inclusión de enlaces a sitios visitados por posibles compradores de ejemplares impresos o libros electrónicos y se definen también modelos de negocio futuros, como los servicios de impresión por encargo, la edición personalizada (por ejemplo, la impresión de colecciones de libros), las descargas de documentos PDF, modelos de suscripción individualizada, y servicios de agregación, como la creación de compilaciones.
Con todo esto y más cosas que se escapan a las mentes no especializadas, Google sin duda hará negocio.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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